Tratamiento de la depresión con ejercicio físico

Tratamiento de la depresión con ejercicio físico: tanto ejercicios aeróbicos como de fuerza resultan eficaces como tratamiento de la depresión, complementarios al tratamiento médico (antidepresivos) e incluso alternativo para depresiones no graves, según rigurosos metaanálisis de estudios experimentales.
- Introducción
- Ejercicio como tratamiento de la depresión en adultos: Metaanálisis de estudios experimentales ajustados por error de publicación (junio 2016)
- Ejercicio como tratamiento de la depresión en personas mayores (julio 2016)
- Tratamiento de la depresión en niños y adolescentes con ejercicio físico: metaanálisis multicéntrico (2013)
- Tratamiento depresión con ejercicio en niños y adolescentes: metaanálisis de estudios experimentales australiano (2018)
- Metaanálisis de estudios experimentales que valoran exclusivamente el efecto antidepresivo de la actividad física de fuerza
- Metaanálisis de estudios experimentales que valoran exclusivamente el efecto antidepresivo de la actividad física aeróbica
- Tratamiento de depresión con ejercicio físico versus tratamiento farmacológico: estudio experimental
- Eficacia comparativa del tratamiento de la depresión con ejercicio físico, antidepresivos o combinación: revisión sistemática y un metanálisis en red de ensayos controlados aleatorios
- Hipótesis plausibles
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El tratamiento de la depresión con ejercicio físico es una estrategia posible y efectiva, según rigurosos estudios científicos. Tanto es así que podría implementarse no sólo como tratamiento complementario del tratamiento con antidepresivos, sino como alternativo para tratar depresión no grave.
En otro artículo de este blog analizamos el efecto preventivo de depresión (depresión primaria) exhibido por el ejercicio físico.
En las siguientes líneas vamos a abordar el posible efecto terapéutico de depresión mental exhibible por la actividad física, según los metaanálisis más importantes de estudios experimentales que han tratado este tema.
Tratamiento de la depresión con ejercicio físico: estudios científicos demostrativos
Ejercicio como tratamiento de la depresión en adultos: Metaanálisis de estudios experimentales ajustados por error de publicación (junio 2016)
Empecemos con un metaanálisis de estudios experimentales (2016) sobre actividad física y depresión, en el que se intentó controlar el sesgo de publicación. (1) Esto es, el problema de la publicación selectiva de estudios con resultados positivos.
Se trata de una investigación multicéntrica y multinacional (brasileña, belga, australiana y británica), que evaluó los ensayos clínicos recogidos en una previa revisión científica (Cohcrane). Así como los de otros estudios obtenidos en bases de datos electrónicas.
Los investigadores responsables estuvieron liderados por Felipe B. Schuch (Hospital de Clinicas de Porto Alegre, Brasil) y Brendon Stubbs (King´s College London), muy interesados en este tema.
Así, analizaron 25 estudios experimentales cuyo objetivo principal fue comparar el efecto del ejercicio físico (intervención) con grupos de control, en la reducción de síntomas o en una franca remisión de depresión mayor (9 estudios) o de cuadros depresivos, entre personas adultas (>18 años).
De esta forma, apreciaron un notable efecto antidepresivo del ejercicio físico (diferencia de medias ajustado por sesgo de publicación: 1,11; IC 95% de 0,79 a 1,43). Además, apreciaron que si no se controlara el sesgo de publicación muy probablemente se subestimaría el efecto positivo de la actividad física.
Por otra parte, estos resultados boyantes se observaron en diversas modalidades de actividad física: aeróbica, anaeróbica, de moderada a vigorosa actividad, supervisada o no por profesionales.
Ejercicio como tratamiento de la depresión en personas mayores (julio 2016)
El mismo equipo de autores de la investigación anterior efectuó otro metaanálisis de estudios experimentales, pero evaluando el efecto terapéutico del ejercicio físico en personas mayores (>60 años). (2)
También los resultados fueron bastante fructíferos para los amantes de mantener un buen estado de forma física.
Hallar estilos de vida capaces de reducir la clínica de depresión mental, e incluso conseguir remisiones, en personas de edad avanzada, es siempre muy rentable. Esto es así porque la depresión conlleva un gran coste económico y una gran carga social. (3)
Por si fuera poco, también incrementa el riesgo de suicidio, morbilidad global, discapacidad y mortalidad. (4).
Por todo ello, deteriora la salud en su triple dimensión (física, mental y social),
Método
Schuch y Stubbs seleccionaron 8 estudios experimentales, que incluyeron personas que estaban sufriendo depresión mayor o que presentaban serios síntomas depresivos.
Así, dispusieron de 138 participantes en el grupo de intervención (los que practicaron actividad física) y de 129 controles (no contemplaron la actividad física en su tratamiento habitual).
Resultados
Puntualicemos que utilizaron un riguroso y amplio aparato estadístico (diferencia estandarizada de medias, meta-regresión para factores de confusión, análisis de sensibilidad…)
De esta manera, comprobaron que los que practicaron actividad física experimentaron una sensible reducción de la media de síntomas de depresión (Diferencia Estandarizada de Medias: – 0,90 (IC 95%, de -0,29 a -1,51), con respecto a los que no la practicaron.
En esencia, observaron que este gran efecto protector de la actividad física se caracterizaba por lo siguiente:
– aparecía con esfuerzos de intensidad moderada, que no vigorosa (en los adultos se apreciaba con ambos niveles de ejercicio físico);
– se revelaba en los estudios cuyos participantes practicaban conjuntamente actividad física aeróbica y de fuerza;
– se manifestaba tanto en las actividades supervisadas como en las no supervisadas por profesionales;
– era evidente en las muestras constituidas por individuos que no sufrían concomitantemente otras enfermedades de relieve;
– y fue muy destacable en sujetos que practicaban ejercicio en grupo, no solitariamente, reflejando un efecto protector adicional de una buena comunicación social.
Tratamiento de la depresión en niños y adolescentes con ejercicio físico: metaanálisis multicéntrico (2013)
Analicemos ahora un metaanálisis de estudios experimentales (2013) sobre la eficacia del tratamiento de la depresión con ejercicio físico, pero en niños (5 a 11 años) y adolescentes (12 a 19 años). (5)
Precisemos que los responsables de esta investigación multicéntrica y multinacional (Australia, USA y Reino Unido), evaluaron 9 estudios experimentales (581 personas).
Tras lo cual, revelaron que la práctica regular de actividad física lograba reducir significativamente la media de síntomas depresivos de los niños y adolescentes participantes, con respecto a los que no la practicaban o frente a los grupos control.
Aunque con un tamaño del efecto realmente modesto (g de Hedges= -0,26, error estándar= 0,09; IC 95%: -0,43 a -0,08).
Cuando analizaron ciertos subgrupos y variables de interés observaron mejores resultados en los estudios con ciertas peculiaridades metodológicas:
- en los que combinaban técnicas educativas con la actividad física;
- en los de mayor calidad metodológica;
- y en los que la duración era inferior a 3 meses.
También fue destacable apreciar un mayor efecto antidepresivo del ejercicio físico entre los voluntarios que tenían sobrepeso u obesidad. Quizá porque tales estados se asocian con un aumento de riesgo de depresión, que, en parte, podrían ser paliados por la actividad física regular.
Tratamiento depresión con ejercicio en niños y adolescentes: metaanálisis de estudios experimentales australiano (2018)
Cinco años más tarde, en mayo del 2018, se publicó (Phychological Medicine) otro metaanálisis de estudios experimentales (16 seleccionados), que cosechó resultados más fructíferos que el previamente analizado. (6)
Los autores (Centro Nacional de Excelencia en Salud Mental de Melbourne, Australia) estudiaron a 771 adolescentes y jóvenes adultos (12 a 25 años) con depresión.
De este modo, apreciaron que los que practicaban regularmente actividad física se beneficiaban con reducciones notables de la sintomatología depresiva versus los controles (Diferencia Estandarizada de Medias: 0,82; IC 95%: -1,02 a -0,61, p<0,05, I2=38%).
Además, señalaron que el efecto antidepresivo del ejercicio físico parecía mayor cuando los jóvenes practicaban ejercicio aeróbico de intensidad moderada a vigorosa, múltiples veces por semana, durante 8 o más semanas.
Sin embargo, aconsejaron que se investigara más, diseñando y elaborando más estudios experimentales de alto rigor científico.
Metaanálisis de estudios experimentales que valoran exclusivamente el efecto antidepresivo de la actividad física de fuerza
En junio del 2018 se publicó el primer metaanálisis de estudios experimentales que reveló un significativo efecto protector (terapéutico) de depresión mental por parte del entrenamiento físico de fuerza. (7)
Para ello, los autores (Irlanda, Suecia y EEUU) analizaron 33 estudios experimentales, que incluyeron 1877 personas adultas (52 años de media; el 67%, mujeres).
De esta manera, constataron una reducción relevante de la clínica depresiva de los sujetos que practicaron diversos ejercicios de fuerza, con respecto a los que no los efectuaron.
Así, la cuantía del efecto fue moderada (∆=0.66 IC 95%: 0.48-0.83; z = 7.35; P < .001), independientemente de las características de los participantes (edad, sexo y estado de salud) o las características de la intervención (duración del programa, duración de la sesión, intensidad, frecuencia, o volumen total prescrito).
Metaanálisis de estudios experimentales que valoran exclusivamente el efecto antidepresivo de la actividad física aeróbica
Poco más tarde (octubre 2018), se publicó el primer metaanálisis de estudios experimentales que evaluó la eficacia del tratamiento de la depresión de adultos (18 a 65 años) con ejercicio aeróbico (8)
Para lo cual, los autores (Universidad de Tesalia, Grecia), analizaron 11 estudios experimentales, que incluyeron 455 pacientes.
A la conclusión, apreciaron un efecto antidepresivo general significativamente grande (g -0,79, intervalo de confianza del 95% -–1,01, –0,57, P <0,00) con heterogeneidad baja, no estadísticamente significativa (I2 a 21%), y sin observar sesgo de publicación.
El tipo de actividad física aeróbica benefactora se caracterizó por efectuarse durante una media de 45 minutos, a intensidad moderada, tres veces por semana, y durante 9 semanas.
Un hecho muy destacable fue que todos los participantes tenían un diagnóstico bastante fiable de depresión mental, dado que se habían reclutado de Servicios de Salud Mental.
“A pesar del pequeño número de ensayos revisados, la actividad física aeróbica se comporta como una estrategia antidepresiva eficaz”, concluyeron los autores.
Tratamiento de depresión con ejercicio físico versus tratamiento farmacológico
Veamos ahora un estudio experimental cuyo objetivo fue comparar el efecto antidepresivo del ejercicio físico con respecto al del tratamiento farmacológico en pacientes ≥ 65 años con depresión. (9)
Fue realizado por investigadores españoles, liderados por Jesús López-Torres Hidalgo. Y se publicó en julio del 2021 en The Annals of Family Medicine.
Método
Los autores contaron con 347 pacientes de ≥65 años con un episodio depresivo clínicamente significativo. Los cuales fueron aleatorizados para participar en un programa de ejercicio físico supervisado (176 personas) o para recibir tratamiento antidepresivo (171 sujetos).
El ejercicio físico supervisado consistió en un programa de actividad física de dos sesiones de 1 hora por semana durante un período de 6 meses. Un total de 48 sesiones en grupos de 10-12 personas, dirigido por un monitor deportivo titulado en ciencias de la actividad física y del deporte.
Resultados
Inicialmente, al mes, el efecto antidepresivo del ejercicio físico fue similar al del tratamiento médico con antidepresivos. Sin embargo, a los 3 y 6 meses del ensayo, la proporción de los que mostraron mejoría fue mayor en el grupo que tomó antidepresivos.
Aunque también es cierto que los abandonos a los 3 y 6 meses fue mayor entre los que efectuaron ejercicio físico. En cambio, el porcentaje de efectos adversos fue bastante mayor entre los que fueron tratados con antidepresivos.
Se consideró una disminución efectiva de la sintomatología depresiva cuando la puntuación de la escala de Montgomery-Åsberg (MADRS) fue inferior a 10, indicativa de ausencia de trastorno depresivo.
Eficacia comparativa del tratamiento de la depresión con ejercicio físico, antidepresivos o combinación: revisión sistemática y un metanálisis en red de ensayos controlados aleatorios
En septiembre del 2022 se publicó una revisión sistemática y metaanálisis de estudios experimentales que reveló que la efectividad del tratamiento de la depresión no grave con ejercicio físico era similar a la de los antidepresivos o una combinación de ambos. (10)
Método
Los investigadores (Universidad de Hong Kong) seleccionaron 21 ensayos controlados aleatorios (n = 2551) con 25 comparaciones.
Todos ellos valoraron la efectividad de una intervención de ejercicio físico, antidepresivos o combinación con respecto al tratamiento farmacológico solo o a una condición de control/placebo en adultos con depresión no grave.
Con los estudios experimentales seleccionados efectuaron un metanálisis de red frecuentista para examinar las diferencias posteriores a la intervención en la gravedad de los síntomas depresivos entre los grupos.
Resultados
No hubo diferencias en la efectividad del tratamiento entre las tres intervenciones principales. Aunque todos los tratamientos fueron más beneficiosos que los controles.
“Nuestros resultados sugieren que el ejercicio puede usarse como una estrategia terapéutica alternativa para el manejo de la depresión no grave en adultos”, concluyeron los autores.
Hipótesis plausibles
En principio, se desconocen los verdaderos mecanismos neurobiológicos que operan en el efecto antidepresivo de la actividad física.
No obstante, las hipótesis más esgrimidas tienen que ver con sus efectos antiinflamatorio y antioxidante, así como de su reconocida capacidad de potenciar la neurogénesis y la plasticidad celular.
Efecto antiinflamatorio-antioxidante
Se cree que en la depresión mental subyace una inflamación de bajo grado, con incremento de marcadores inflamatorios en sangre. Véase, ciertas interleucinas (IL-6, IL-1B), (11) especies reactivas de ácido tiobarbitúrico .(12)
Dicho lo cual, es muy posible que el ejercicio físico mitigue tal inflamación crónica, dada su reconocida capacidad para activar e incrementar los sistemas enzimáticos antioxidantes y antiinflamatorios. (13,14).
De esta suerte, podría reducir los síntomas depresivos, como pudo evidenciarse en un riguroso estudio científico (REGASSA trial).(15)
Efecto neurotrófico de la actividad física: aumento regeneración neuronal y plasticidad cerebral
En los pacientes con depresión se observa una reducción de los marcadores de regeneración neuronal (neurogénesis) y plasticidad cerebral, como el Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF). (16).
Tal defecto pudiera ocasionar una reducción del volumen cerebral en ciertas áreas (hipocampo, corteza orbitofrontal, cíngulo anterior y posterior, ínsula y lóbulo temporal) de algunos de estos pacientes. (17)
Pues bien, la práctica regular de ejercicio físico potencia la neurogénesis y la plasticidad cerebral, aumenta los niveles del BDNF (18) e incrementa el volumen cerebral. (19)
El ejercicio físico, además, exhibiría un efecto antidepresivo elevando la autoestima de las personas que la practican con regularidad, así como la sociabilidad, como se sugirió en un estudio transversal publicado en mayo del 2022. (20)
Junto a ello, un aumento del estado de forma física (fitness cardiorrespiratorio), inherente a la práctica regular de ejercicio físico, incrementa la salud en su triple dimensión.
Conclusiones
En este contenido hemos comprobado que el tratamiento de la depresión mental con ejercicio físico resulta muy eficaz en todas las edades. Incluso como alternativa al tratamiento médico con antidepresivos en pacientes con depresión no grave.
Los estudios que están constatando este hecho son de gran rigurosidad científica: estudios experimentales y metaanálisis de los mismos.
En consecuencia, resulta crucial implementar estrategias educativas y organizativas que faciliten la práctica de ejercicio físico por personas de todas las edades.
Si, además, consumieran alimentos frescos y de temporada, como los de la dieta mediterránea, y bebieran café de especialidad, las posibilidades de reducir el riesgo de sufrir esta cruel enfermedad se incrementarían con creces.
En fin, los efectos antidepresivos del café y de la dieta mediterránea ya los analizamos en sendos artículos de este blog.
Dr. Félix Martín Santos
Bibliografía:
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Qué interesante, como siempre.
Creo firmemente en que el ejercicio físico es un antidepresivo muy eficaz. La felicidad que sientes cuando lo practicas, te hace ver la vida com más optimismo y te sientes mejor físicamente.
En tiempos de crossfit, body pump, body Jump, TRX y otras disciplinas en las que en ocasiones lo más importante es la comparación con los demás, con lo poco que suma eso al desarrollo personal, me quedo con el espíritu de “Carros de fuego “, donde uno mira hacia dentro y prevalecen valores como la tenacidad, amplitud de miras, compartir triunfos y aprender de los fracasos, convirtiendose en valores universales del deporte, que sin duda mitigan y previenen los efectos de la depresión, produciéndose una maravillosa sinergia entre lo físico y lo mental.
Gracias Felix por otro enriquecedor artículo.