Iglesia de Santa Eugenia de Villegas

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: fachada meridional, por delante de la cual se yergue el Arco Conjuradero.
- Introducción
- Descripción del exterior: torre y fachadas
- Portada meridional de Santa Eugenia de Villegas
- Descripción del interior de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
- Retablo mayor de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
- Otros retablos
- Sistema de iluminación de Santa Eugenia de Villegas
- Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: bóvedas de crucería de la nave central
- Bóvedas de la nave meridional o de la epístola
- Bóvedas de la nave septentrional o del evangelio
- Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: motivos escultóricos de las claves
- Sistemas de apoyo y sostén de las bóvedas y paramentos
- Púlpito de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
- Sacristías
- Pila bautismal románica
- Conclusiones
Introducción
El patrimonio artístico de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas (Burgos) es de tanto relieve como para justificar diversas visitas, durante las que probablemente logremos abstraernos y recrearnos. Así, contemplaríamos una magnífica obra construida en estilo románico tardío, rehecha en tiempos del gótico, verdadera fortaleza defensiva con almenas, matacán y una poderosa torre de traza renacentista. Lo que contrasta con un interior de formas amables, con elegantes bóvedas de crucería, finos ventanales góticos, un airoso púlpito y un retablo mayor renacentista, entre otros elementos artísticos.
Descripción del exterior: torre y fachadas
Basta con asomarse a la plaza mayor de Villegas para apreciar su monumental iglesia parroquial con su poderosa torre, a los pies del templo, que parece invitarnos a aproximarnos para verla más nítidamente. Así, tras adentrarnos unos metros en este espacio público, bordeando las casas orientadas al norte y dejando a nuestra izquierda el ayuntamiento del pueblo, podremos contemplar, con cierta perspectiva, el Arco Conjuradero y la fachada meridional de este santuario, construido bajo la advocación de Santa Eugenia.
Se trata de un edificio religioso que consta de tres naves longitudinales de cuatro tramos, la central más alta que las laterales, con ábside poligonal, rodeado por dos sacristías. Dos portadas, una, orientada al sur, románica; la otra, orientada al oeste, con arquivoltas ojivales, cobijada por una gran hornacina. Y una vigorosa torre, a los pies de la iglesia, rematando la fachada occidental, en la que se halla la citada portada de formas góticas.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Portada occidental, incluida en gran hornacina, bajo la torre.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Portada meridional, matacán y almenas bajo la cubierta.
Iglesia fortaleza
Merced a la reciente y atinada restauración de Alfonso Basterra, tenemos la oportunidad de ver nítidamente el carácter defensivo de este templo, con su perfil almenado, visible en el ábside poligonal y, sobre todo, en su fachada meridional, donde destaca un airoso matacán, por encima de un ventanal gótico y de la portada románica. Además, este prestigioso arquitecto también ha revelado que la torre estuvo inicialmente flanqueada por dos torretas almenadas.
Por otra parte, el riguroso estudio de Arqueología de la Arquitectura efectuado por Luis Ángel Palomino nos iluminará sobre las diversas fases constructivas de este singular templo.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Ábside poligonal con su perfil almenado, junto a la sacristía meridional (siglo XVII).
Siguiendo con la fachada meridional, observaremos una pequeña espadaña, sobresaliendo del ábside, y una ventana ojival, abierta en cada uno de los cuatro cuerpos de esta nave lateral, orientada al sur. Sin embargo, en la fachada septentrional uno de los cuatro ventanales está cegado, el que debiera abrirse en el segundo cuerpo de la nave lateral correspondiente.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Fachada norte.
Portada meridional de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
Sobresaliendo del muro aparece una portada constituida por cinco arquivoltas de medio punto, exentas de decoración alguna, al igual que las pilastras sobre las que se apoya, que ni siquiera tienen columnillas acodilladas. La única concesión decorativa la representan el conjunto de modillones de cuarto de bocel, rematados por impostas de nacela, que hacen de transición entre la base de las arquivoltas y las cúspides de las pilastras.
Portada meridional de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas[/caption]
Por encima y a ambos lados de esta puerta se observan unas ventanas cegadas, con arco de medio punto. Más arriba, en lo que pudo ser el tejaroz, se aprecian una serie de mermados y desgastados canecillos de sobrias formas vegetales y geométricas.
Canecillos de tipología románica también se dejan ver en los cuerpos segundo, tercero y cuarto de este paramento meridional. Al igual que en el paramento norte del cuerpo que sigue a la cabecera de la iglesia (ábside poligonal), algunos representando caras humanas. En tanto que otros muestran formas geométricas y un ave de largo y curvado pico, cola bien visible y garras que parecen estar cogiendo una presa o, en su defecto, aferrándose a su posadero.

Formas humanas de algunos canecillos de la Iglesia de Santa Eugenia de Villegas

Cara humana representada en un canecillo de la iglesia de santa Eugenia de Villegas (Burgos)

Ave representada en un canecillo de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas

Torre de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas (Burgos)
Descripción del interior de Santa Eugenia de Villegas
Nada más sobrepasar el umbral de la puerta románica, veremos un templo de tipología gótica, con tres naves longitudinales, la central más alta y ancha que las laterales, una capilla mayor con el ábside poligonal, flanqueada por dos sacristías, y con una techumbre constituida por bóvedas de crucería o de ojivas, que cubren los cuatro cuerpos de la iglesia. Los arcos apuntados que separan la nave central de las laterales (formeros), están sostenidos por sólidos pilares. A los pies se ubica el coro (siglo XVI), dentro del espacio interior de la torre.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Mirando hacia el coro.
Retablo mayor de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
Se trata de un magnífico retablo renacentista constituido por un banco, tres cuerpos y Calvario en el ático, con tres calles, rodeadas a los lados por dos entrecalles. Juan Esparza fue el que diseñó su traza arquitectónica y materializó la imaginería de los relieves y estatuaria. Aunque antes se creía que su constructor fue Domingo de Amberes.

Retablo mayor de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas. Nptable obra renacentista construida por Juan Esparza.
Autoría que conocemos gracias a Alberto C. Ibáñez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos. Reveló este hallazgo, en 1991: “Boletín del Seminario de Arte Y Arqueología: BSAA, tomo 57, págs. 341-352”.
Una descripción exhaustiva del retablo mayor de este templo se puede ver en otro artículo de este blog: “Retablo mayor de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas”. En él también refiero la obra, vida y milagros de Santa Eugenia, mártir cristiana, nacida en el año 183. Os invito a leerlo.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: retablo de La Inmaculada
Otros retablos
Distribuidos por los paramentos de las naves laterales, norte (del Evangelio) y sur (de la Epístola) se hallan una serie de retablos menores del siglo XVIII, de estilo barroco. Como el churrigueresco retablo de la Inmaculada ((1710 a 1720), el de San Fabián y San Sebastián (1755), el de Nuestra Señora del Rosario, (1760 a 1770), el rococó del Santo Cristo (1770), que bien merece la pena contemplar con esmero.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: retablo de Las Ánimas.
También hay un retablo con pinturas del siglo XV y hechura arquitectónica renacentista, del XVI, el denominado retablo de las Ánimas, merecedor de elogio y de más de una visita.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Cristo de los Angelitos
Tampoco quiero dejar de mencionar la existencia de una pequeña talla, el Cristo de los Angelitos, de autor anónimo de la escuela castellana, del siglo XIV. Se trata de Jesús en la cruz, al que se aferra un pequeño José de Arimatea, que escasamente sobrepasa la cintura del primero, dispuesto a descenderle de la cruz.
Sistema de iluminación de Santa Eugenia de Villegas
La luz entra por ventanales de traza gótica, con arco apuntado, vanos amplios y sencilla tracería, ubicados en las naves laterales, en el ábside poligonal y en el sector de la torre abierto al coro.
A diferencia de la cercana iglesia de Santiago Apóstol de Villamorón, en la de Santa Eugenia de Villegas no existe, actualmente, rosetón ni óculos en la nave central, por encima de la altura de las laterales, por donde pueda entrar la luz. Aunque estos últimos es muy probable que existieran en la primitiva construcción, dotándola de luz. Como puede observarse en algunos vanos circulares que, aunque cegados, todavía persisten en la parte alta de los paramentos del segundo cuerpo de la nave central.
En las naves laterales pueden observarse cuatro ventanales, uno por cada cuerpo. Vamos a dedicar las siguientes líneas a analizarlos con cierto detenimiento.
Ventanales de la nave septentrional
Si nos fijamos en la nave septentrional, la ubicada a la izquierda según miramos el altar, también denominada nave del evangelio (lugar del presbiterio donde se leía el evangelio, al menos hasta el concilio Vaticano II), observaremos en la parte alta de su paramento los ventanales citados, tres operativos y uno cegado, el que corresponde al segundo cuerpo, contando a partir de la cabecera.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Ventanales góticos geminados del primer y segundo cuerpo de la nave lateral norte o del evangelio (contando desde los pies). También pueden verse sus bóvedas de crucería con terceletes (17-08-2017).
Se trata de ventanas de arco apuntado, divididas en dos vanos por una columnilla central (mainel), rematados en sendos arquillos apuntados, en el cuarto cuerpo. Sobre los cuales se aprecia tracería sencilla, calada la del tercer cuerpo.
Ventanales de la nave meridional
En la nave meridional o de la epístola (lado del presbiterio donde se leían las cartas canónicas), se conservan los cuatro ventanales góticos, por los que entra plenamente la luz.
También están divididos, por maineles, en dos vanos de arco ligeramente apuntado sobre los que se aprecia tracería simple, coronada por un pequeño óculo.
En la cabecera de las naves laterales existe un vano (óculo) por donde entra la luz.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Primer y segundo cuerpo de la nave meridional con sus ventanales geminados, de arco apuntado y las bóvedas de crucería con terceletes.

Iglesia de Santa Eugenia: Ventanal geminado ubicado en el coro.
La luz del poniente entra por el ventanal de la torre que se abre directamente al coro, también dividido en dos vanos por el correspondiente mainel, coronados por tracería de más rica ornamentación que la exhibida en los de las naves laterales.
Por el ábside poligonal existen tres ventanales, ubicados encima del retablo mayor, por los que entra la luz del alba.

iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Sobre el retablo mayor aparecen tres ventanales geminados por los que entra la luz del alba.
La techumbre pétrea está constituida por bóvedas de crucería de formas diferentes. A continuación, vamos a describir las de la nave central y, luego, las de las laterales.
Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: bóvedas de crucería de la nave central
El coro está cubierto por una bóveda de crucería compleja, pues la confluencia de sus nervios principales (las dos diagonales) con sus nervios secundarios (ligaduras y terceletes) constituyen una bóveda estrellada.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda estrellada del coro
Bóveda octopartita del tercer cuerpo de la nave central
El cuerpo ubicado inmediatamente por delante del espacio del coro, está cubierto por una bóveda de crucería constituida por cuatro arcos, dos diagonales o cruceros más dos transversales, que confluyen en la clave principal, ornamentada por un florón colgante (pinjante). De esta forma, dividen en ocho partes los paños o plementos, esto es, el espacio comprendido entre los citados arcos, por lo que se trata de una bóveda octopartita. Además, rodeando a la clave principal se disponen ocho claves secundarias, una por cada hemiarco, unidas por nervios secundarios o ligaduras, que delimitan un espacio cuadrangular.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda de crucería octopartita del cuerpo de la nave central que sigue al del coro.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Singular bóveda octopartita del tercer cuerpo de la nave mayor, seguida de la cuatripartita (crucería simple) del segundo cuerpo.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda de crucería simple del segundo cuerpo de la nave central, vista desde la nave meridional .

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda de crucería simple del segundo cuerpo de la nave central, con óculos cegados.
Bóveda de crucería simple (cuatripartita) del segundo cuerpo
El segundo cuerpo de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas tiene por techumbre una bóveda de crucería simple, formada por el cruce de dos arcos diagonales, que dividen la plementería en cuatro espacios, entre los arcos perpiaños (dispuestos transversalmente para separar las diversas bóvedas) y los arcos formeros (en disposición longitudinal, paralelos al eje de la nave). La clave también está adornada por un pinjante o florón colgante.
Se observa cierta simetría en las bóvedas del segundo tramo, pues en las tres naves es de crucería simple.
Bóveda de crucería compleja del primer cuerpo
El primer cuerpo, el posterior al ábside, está constituido por una bóveda de crucería compleja. Veámosla.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda del primer cuerpo de la nave central, el posterior al presbiterio.

Bóveda del primer cuerpo de la nave central
Lo que llama la atención de esta bóveda es la presencia de un único y completo arco diagonal, el que discurre del sureste al noroeste. Dado que el que arranca en el noreste para dirigirse al suroeste no se completa porque se ve cortado en su tramo central. Donde cada tramo se bifurca en dos nervios secundarios (rectos, que no curvos) que lo ligan a la verdadera diagonal, constituyendo una imagen romboidal. En cuyos ángulos hay cuatro claves secundarias, que, estrictamente, no parece adoptar la forma de una estrella de cuatro puntas. En consecuencia, no se observa una clave principal, dado que no hay intersección entre nervios principales, pues sólo hay uno.
La citada imagen romboidal está enmarcada por otras cuatro claves secundarias, las que sirven de punto de confluencia de los arcos de tercelete. O sea, los arcos secundarios que saliendo de los ángulos de apoyo (junto a los arcos diagonales) se unen, de dos en dos, en las citadas claves secundarias. Desde donde conectan con un nuevo nervio secundario, denominado ligadura, con la clave central. Sin embargo, en esta bóveda, al no poder confluir con la inexistente clave central, lo hacen con las dos claves que delimitan el tramo central del único arco diagonal completo, expedito, a ese nivel, por no cortarse con la ausente diagonal opuesta.

Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: Bóveda de crucería compleja del ábside poligonal (23-11-2017)
Bóvedas de la nave meridional o de la epístola
El tipo de bóveda predominante en esta nave es la de crucería con terceletes, pues así es la techumbre de tres de los cuatro cuerpos de la misma. Sólo el segundo, (contando desde la cabecera), posee una bóveda de crucería simple, en concordancia con la existente en el mismo cuerpo de las naves central y meridional. Pues, como dijimos antes, todos ellos se cubren con bóvedas cuatripartitas de crucería simple con una clave constituida por un florón colgante o pijante.
La bóveda de crucería con terceletes es propia de un gótico avanzado (siglo XV). Aunque su complejidad es menor que la exhibida en las bóvedas de ligadura, estrelladas y de abanico, de sofisticación creciente.

Bóvedas de crucería con terceletes del tercer y cuarto cuerpo de la nave septentrional o del evangelio.
Bóvedas de la nave norte
Las bóvedas de tercelete de la nave norte tienen un diseño bastante puro, dado que los dos arcos diagonales se cruzan en el centro, donde se dispone la clave principal. En tanto que los terceletes son nervios secundarios que salen del mismo ángulo que los cruceros para unirse de dos en dos en claves secundarias, que se unirán con la principal mediante ligaduras (nervios secundarios). De esta suerte, su clara función decorativa se suma a la funcional o práctica, dado que también cooperan con el sostén de los cuatro segmentos de la plementaría de estas bóvedas.

Imagen lunar de la clave oriental (secundaria) de la bóveda de terceletes del cuarto cuerpo de la nave septentrional.

Sol de la clave secundaria orientada al oeste de la bóveda de terceletes del cuarto cuerpo de la nave del evangelio
Iglesia de Santa Eugenia de Villegas: motivos escultóricos de las claves, principal y secundarias
Si observamos con detenimiento las claves de las bóvedas de tercelete de la nave norte, disfrutaremos con su particular diseño. Así, por ejemplo, la clave principal de la bóveda del cuarto cuerpo, la situada sobre la escalera de acceso al coro, está adornada con tres orlas concéntricas en torno a dos llaves cruzadas (quizá simbolizando a San Pedro).
En torno a esta clave principal se aprecian cuatro claves secundarias, con diversos motivos, siendo especialmente llamativos los de las claves este y oeste, pues parecen representar una luna y un sol, respectivamente. Las claves secundarias orientadas al norte y al sur muestran motivos geométricos (líneas curvas que convergen en un círculo central).
Centrémonos, a continuación, en las claves de la bóveda de terceletes que cubre el tercer cuerpo de esta nave septentrional.

Óvalo atravesado por tres flechas en la clave principal de la bóveda de terceletes del tercer cuerpo
La clave principal muestra un óvalo atravesado por tres flechas, englobado dentro de un escudo. Es posible que el escultor quisiera representar un corazón en vez de la imagen citada. En la clave secundaria orientada al este, en cambio, sí aparecen tres imágenes acorazonadas atravesadas por dos flechas.
La clave secundaria septentrional es lisa, mientras que tanto la meridional como la occidental tienen motivos geométricos.

Tres imágenes acorazonadas atravesadas por dos flechas en la clave secundaria oriental de la bóveda de terceletes del tercer cuerpo.
Las claves de la bóveda de terceletes correspondiente al cuerpo de la nave más próximo al presbiterio o cabecera muestran su centro absolutamente liso, envuelto por una orla vegetal.
Claves de las bóvedas de la nave meridional o de la epístola
Si alzamos la vista hacia la techumbre, observaremos, como antes dijimos, que esta nave está cubierta, al igual que la septentrional, por bóvedas de terceletes en todos los cuerpos excepto en el segundo, que es de crucería simple con un florón colgante en la clave principal y única.

Bóveda de crucería simple del segundo cuerpo de la nave meridional

Florón colgante (pinjante) de la clave principal de la bóveda de crucería simple del segundo cuerpo nave meridional
También la clave principal de las bóvedas de terceletes del tercer y cuarto cuerpo de esta nave de la epístola está adornada con un pinjante, mientras que las claves secundarias exhiben diversos motivos geométricos y vegetales.
La bóveda de terceletes del primer cuerpo, el más próximo a la cabecera, tiene todas sus claves lisas.

Claves lisas de la bóveda de terceletes del primer cuerpo de la nave meridional.
Sistemas de apoyo y sostén de las bóvedas y paramentos de este templo
Pilares
El empuje vertical (fuerzas de compresión) ejercido por las bóvedas de crucería y paramentos circundantes es sostenido por una serie de pilares, a fin de, luego, transmitirlo a la cimentación de Santa Eugenia de Villegas.
Se observan pilares exentos, los que separan la nave principal con las laterales, y yuxtapuestos o embebidos a los muros de estas últimas naves (pilastras).

Pilares exentos y pilastras de Santa Eugenia de Villegas
A los pilares exentos, de sección cuadrangular al igual que su basamento, se adosan semicolumnas en las caras oeste y este. Mientras que los lados norte y sur reciben pilastras.

Basamento de las semicolumnas adosadas a la cara este del primer pilar, con doble toro, escocia y plinto.
Basamento
El basamento de las tres semicolumnas adosadas a la cara este de las dos parejas de pilares más próximos a la cabecera muestra dos toros (molduras convexas en forma de aro), una escocia (moldura cóncava situada entre los dos toros). Así como un plinto o pedestal (estructura en forma de paralelepípedo que transmite el peso de la basa a los cimientos). Estas semicolumnas, la central más gruesa que las laterales, reciben con solvencia el peso de los arcos formeros.
En la cara oeste de todos estos pilares es una única semicolumna la que transmite el peso de los arcos formeros a su basamento.

Pilares sosteniendo el peso de las cubiertas mediante pilastras, al norte y sur, para recibir el peso de arcos perpiaños, diagonales y terceletes; semicolumnas adosadas a las caras oeste y este, para soportar el peso de los arcos formeros.
En las caras norte y sur no aparecen semicolumnas adosadas sino firmes pilastras que se elevan en altura para soportar el empuje de arcos perpiaños, diagonales y terceletes de las bóvedas de la nave central y laterales.
Los capiteles de las columnas adosadas a los pilares, en general, suelen ser muy pobres, esto es, con decoración tan sencilla como hojas planas, ramilletes y bolas. No obstante, algunos exhiben una decoración más rica, como los dragones enfrentados que se observan en los capiteles de las columnas adosadas al muro norte, próximos a la cabecera de la nave del evangelio. Muy similares a los observados en la cara sur de los pilares exentos que miran a la nave meridional, también en su cabecera, donde también puede verse un busto humano.

Capitel con dragones enfrentados en la cara sur del primer pilar (mirando a la nave de la epístola)
Púlpito de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
El púlpito de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas se ubica en la nave central, junto al segundo pilar de la izquierda, próximo al presbiterio. Todos sus elementos son de piedra, excepto el tornavoz, que es de madera.

Púlpito de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas: escalera, tribuna y tornavoz
Pero ¿qué es el tornavoz? Pues es una especie de dosel que cubre parte del púlpito, a fin de facilitar la transmisión del sonido. En esta iglesia está adherido a la cara meridional del pilar, por encima de la tribuna del púlpito.

Escalera de acceso con barandilla y labra gallonada. Relieve del Martirio de San Sebastián
La escalera de acceso, con barandilla y de labra gallonada, conduce a la plataforma de la tribuna, donde se coloca el oficiante. El otro elemento de la tribuna, el antepecho o pretil, poligonal, muestra cuatro caras con figuras en relieve, bajo arcos conopiales.

Representación del pecado original en uno de los relieves del púlpito
Si nos colocamos enfrente del citado pretil y a espaldas del presbiterio observaremos de derecha a izquierda los siguientes relieves: dos cruces en aspa, quizá simbolizando el símbolo de San Andrés; el pecado original, con la serpiente enrollada en el manzano, entre Adán y Eva; el martirio de San Sebastián, con un esbirro colocando una flecha en el arco frente a San Sebastián, que ya tiene varias flechas clavadas en su pecho; un clérigo con ropa litúrgica y sosteniendo un libro abierto con sus dos manos, con el báculo pastoral junto a su hombro derecho, con el fuste estriado en espiral y su voluta superior, propio de abades y obispos.

Sostén del púlpito con relieve representando una cara de perfil
El sostén de este púlpito es una columna gallonada apoyada, mediante sólidas basas, en el pavimento. En su parte central, presenta unos relieves cuadrangulares con diversas formas, destacando una cara de perfil, con aparente tonsura en el cuero cabelludo.
Sostén del púlpito de la Iglesia de Santa Eugenia de Villegas (Burgos)
Sacristías
A la izquierda del sacerdote, esto es al lado de la epístola se halla la puerta de acceso a la sacristía nueva, del siglo XVII.
Al entrar, observaremos la bóveda de crucería compleja de su cubierta y al este, a la izquierda según entramos, su coqueto mobiliario con armario y cajonería, en madera de nogal, así como diversa estatuaria, bajo un óculo, por donde entra la luz de levante.

Bóveda de crucería de la sacristía de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas.

Interior de la sacristía de la Iglesia de Santa Eugenia de Villegas (Burgos), con su mobiliario.
La sacristía vieja se encuentra a la derecha del sacerdote, o sea en el área del evangelio. En ella se hallan vestigios de la primera época constructiva de la iglesia, la tardorrománica (siglo XIII) como la rosca del ábside de la nave septentrional. Es de dimensiones muy reducidas, cuya función tiempo ha que pasó a la sacristía del siglo XVII.

Sacristía vieja de la Iglesia de Santa Eugenia de Villegas

Bóveda de la sacristía vieja de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas.
Pila bautismal románica
Se halla en un pequeño espacio a los pies de la nave del evangelio, por debajo de la escalera de acceso al coro.
Está tallada en piedra caliza, adoptando la forma de copa, con un vaso semiesférico, semejando una venera en el interior, en tanto que en el exterior es gallonado.

Vaso en forma de venera de la pila baustismal románica de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
Los gallones son molduras que parecen la cuarta parte de un huevo, dispuestas entre dos hojas, que van adelgazándose hasta llegar a la parte inferior, sin perder su morfología característica. Sin embargo, aquí están recubiertos por una variada decoración que consta, de arriba abajo, de los siguientes elementos: una cenefa de botones, cordones entrelazados (lacería), algunos elementos en forma de aspa, bien separados, un lazo ondulado y, en la parte inferior, otra serie de botones.

Decoración (botones, lazería y aspas) la pila bautismal románica
El cilíndrico pie está cubierto por dos figuras enfrentadas, que usualmente se identifican con un león y una serpiente, quizá intentando simbolizar el manido tema del bien y del mal. Incluso al lado parece haber un caballero armado, de perfil, que con su mano derecha porta una espada o lanza con la que amenaza al reptil. No obstante, el desgaste de la caliza es tan acusado como para aventurar más interpretaciones.

Enfrentamiento entre león y serpiente de la pila baustismal románica de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas

Caballero amenazando a la serpiente de la pila baustismal románica de la iglesia de Santa Eugenia de Villegas
Otra pila bautismal
Nada más entrar por la puerta meridional nos topamos, casi de frente y junto a un pilar, con una pila bautismal, cuyo año de construcción , 1642, figura en la basa en la que se apoya su fuste estriado (rayado en sentido vertical).

Pila bautismal de 1642. Santa Eugenia de Villegas
Su copa es lisa y su exterior está gallonado (formas curvas de cuarto de huevo).
Conclusiones
Santa Eugenia de Villegas es una notable iglesia fortaleza, en la que se amalgaman armónicamente sus elementos románicos iniciales con los góticos y renacentistas posteriores. Sus tres naves, central y laterales, divididas en cuatro cuerpos, están cubiertas por bóvedas de crucería e iluminadas por elegantes ventanales ojivales.
En el ábside poligonal luce un soberbio retablo renacentista, diseñado y construido por Juan de Esparza, como explicamos en otro artículo de este blog. Púlpito, pilas bautismales, sacristías y una serie de pequeños retablos engalanan su interior.
Por fuera, la solidez de sus paramentos meridional y septentrional se refuerza por una soberbia torre renacentista, a los pies del templo. En la cabecera, el ábside muestra un perfil almenado, testigo de su primitiva función defensiva.
En fin, mientras contemplamos obras artísticas de tanta calidad como la exhibida por iglesia de Santa Eugenia de Villegas es muy posible que fluyan emociones positivas, mitigadoras del estrés imperante y enriquecedoras integrales de nuestra salud. Para que tal posibilidad se convierta en certeza, es muy recomendable que el ser humano reciba buenas nociones de arte desde su más tierna infancia. De esta suerte, todos saldríamos ganando.
Dr. Félix Martín Santos
Félix es un espléndido trabajo el que has realizado sobre la Iglesia Parroquial de Santa Eugenia de Villegas. Tu exposición es muy didáctica e ilustrativa. Es una magnífica lección de arte, me ha servido para recordar y aprender cosas nuevas. Explicas con todo tipo de detalle la evolución artística del edificio, su carácter defensivo, su estructura, portadas, sus magníficas bóvedas de crucería y toda la riqueza que encierra. Además nos inculcas algo muy importante como es admirar, conservar y mimar nuestro patrimonio. Félix muchísimas gracias y que pases unos días de descanso bien merecido con tu familia. Feliz Navidad
Muchísimas gracias, Inmaculada, por tu generosa valoración.
Te deseo salud y buenas dosis de felicidad, ahora, durante estas fechas tan entrañables, y siempre.
Un fuerte abrazo
Me ha resultado muy grato leer y releer el triduo de artículos sobre el patrimonio de Villegas y Villamorón, que has convertido en cuarteto al incorporar uno inédito sobre el magnífico retablo de Santa Eugenia. Ambos lugares están tan a mano, pero siguen siendo muy desconocidos, por lo que tu labor de divulgación amena y detallada es esencial para apoyar el trabajo de las asociaciones Puentipiedra y Amigos de Villamorón, ejemplos de la inquietud e interés que no falta en nuestros pueblos por mantener su patrimonio en circunstancias nada fáciles. Muchas gracias, Félix.
Es encomiable la labor efectuada por la Asociación Amigos de Villamorón y la Asociación Cultural Puentipiedra de Villegas, contribuyendo decisivamente al mantenimiento, consolidación, restauración y promoción de excepcionales obras de arte: la iglesia de Santiago Apóstol de Villamorón, el Arco Conjuradero y la iglesia de Santa Eugenia de Villegas. Son obras que todo el mundo debería conocer, pues, como siempre digo, su contemplación y disfrute exhiben efectos relajantes y estimulantes. De esta suerte, contribuyen a elevar el nivel de salud de los que tienen la fortuna de visitarlas.
Por ello, sería muy saludable y pedagógico organizar, por ejemplo, excursiones con grupos de alumnas/os para visitarlas. Así, se fomentaría el interés por conocer, respetar y promocionar nuestro querido patrimonio, desde edades tempranas. Y, en caso de necesidad, contribuir a su rehabilitación. Bueno es que se prendan precozmente las llamas del asociacionismo y del micro mecenazgo.