Efecto antidepresivo del ejercicio físico

Efecto antidepresivo del ejercicio físico: caminar, correr y pedalear (ciclismo) son estrategias preventivas de depresión mental, efectivas en todas las edades.
- Introducción
- Importancia de la depresión
- Efecto antidepresivo del ejercicio físico: revisión narrativa de Mammen y Faulkner (2013)
- Metaanálisis de estudios prospectivos (2018)
- Evaluación del efecto antidepresivo del ejercicio físico mediante estudios con aleatorización mendeliana y de asociación del genoma
- Efecto preventivo de depresión por la actividad física: evaluación de las relaciones bidireccionales entre la actividad física y la depresión entre adultos por aleatorización mendeliana (2019)
- Efecto antidepresivo del ejercicio físico incluso en sujetos de alto riesgo genético de depresión (2019)
- Revisión sistemática de metaanálisis de estudios experimentales (2020)
- Revisión y metaanálisis de estudios prospectivos (2021)
- Efecto antidepresivo del ejercicio físico en pacientes con COVID-19
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El efecto antidepresivo del ejercicio físico es un hecho constatado por un sólido cuerpo de conocimiento científico: estudios observacionales prospectivos, experimentales y de aleatorización mendeliana.
En realidad, la práctica regular de actividad física exhibe tanto un significativo efecto preventivo de depresión mental cuanto terapéutico, pues contribuye a mejorar sensiblemente a los pacientes que la están sufriendo.
En este contenido vamos a analizar los principales estudios científicos que están revelando un efecto preventivo de depresión. En otro artículo de este blog hemos analizado los estudios científicos que revelan un papel terapéutico del ejercicio físico.
Importancia
La depresión mental reduce notablemente la esperanza de vida en buena salud, pues deteriora la calidad de vida y hace que el ser humano sufra gran discapacidad. Además, comporta una mayor mortalidad prematura en los próximos diez años, con respecto a la población general, con demasiadas muertes por suicidio. (1)
Por otra parte, este trastorno mental se asocia con otras causas importantes de morbilidad y mortalidad, como la diabetes, (2) síndrome metabólico (3) y enfermedades cardiovasculares, (4) entre otras. Todo ello determina una gran carga para la humanidad, (5) tanto por la gran pérdida de salud que conlleva como por el extraordinario coste económico asociado.
Para combatir esta prioridad de salud pública, se antoja crucial hallar estrategias que puedan realmente reducir su tasa de incidencia (prevención primaria) y su proporción de prevalencia (prevención secundaria).
Por fortuna, en los últimos años se está observando cómo ciertos estilos de vida exhiben un efecto antidepresivo tanto preventivo como terapéutico. Véase, el consumo regular de café y la adherencia a una dieta saludable, como la dieta mediterránea. Esto es, una dieta a base de productos frescos y de temporada versus ultraprocesados (comida Chatarra o Basura), como hemos explicado en varios artículos de este blog.
Efecto antidepresivo del ejercicio físico: evidencias científicas
Efecto antidepresivo del ejercicio físico: revisión narrativa de Mammen y Faulkner (2013)
En noviembre del 2013 se publicó (American Journal of Preventive Medicine) una revisión de autoría canadiense, la efectuada por Mammen y Faulkner, que arrojó cierta luz sobre el tema. Así, en 25 artículos seleccionados apreciaron cómo cualquier nivel de actividad física, incluso pasear menos de 150 minutos semanales, se asociaba con una reducción significativa del riesgo de depresión. (6)
Metaanálisis de estudios prospectivos (2018)
Posteriormente (abril de 2018) se publicó (American Journal Psychiatry) un metaanálisis de 49 estudios de cohorte, que constató un relevante efecto preventivo de depresión mayor por parte de la actividad física. (7)
Los autores, Schuch (Universidad de Santa María, Brasil) y Stubbs (King´s College London) dispusieron de una muestra muy representativa (266.939 personas) y de un largo seguimiento (1.837.794 personas/año).
¿Qué fue lo que revelaron? Pues que la práctica de ejercicio físico regular se asociaba con una reducción del riesgo de depresión mental: 17% de reducción del riesgo (odds ratio ajustada: 0,83; IC 95%=0,79-0,88). El grupo de comparación estaba constituido por los que practicaban escaso ejercicio
Además, observaron que el efecto antidepresivo del ejercicio físico aparecía en todas las edades y en ambos sexos. Así, comprobaron significativos descensos del riesgo en jóvenes, adultos y ancianos: 10%, 22% y 21%, respectivamente.
También apreciaron que tal beneficio se evidenciaba en todas las latitudes: Asia, Europa, Norte América y Oceanía, con reducciones del riesgo de un 16% a un 35%.
En esta investigación no llegaron a precisar un mínimo de actividad física a partir de la cual se apreciara el efecto antidepresivo citado. Aunque en su análisis incluyeron estudios que habían constatado el efecto protector de niveles moderados-vigorosos de actividad física durante los clásicos 150 minutos semanales.
Evaluación del efecto antidepresivo del ejercicio físico mediante estudios con aleatorización mendeliana y de asociación del genoma
Antes debemos explicar brevemente en qué consisten y en qué se basan estos estudios que se basan en la segunda ley de Mendel.
¿En qué consisten los estudios de aleatorización mendeliana?
Los estudios de aleatorización mendeliana emplean variantes genéticas (polimorfismos de un nucleótido) con objeto de determinar si una asociación entre un factor de riesgo y un efecto es causal. Para ello debe contar con un análisis completo del genoma de numerosos pacientes (GWAS), disponibles en los denominados biobancos.
Así, con estas técnicas se sigue a las personas que portan la variante y a los que no la poseen a fin de detectar un resultado de interés. En realidad, se basan en tres supuestos: una, la variante genética se asocia con el factor de riesgo; dos, no debe asociarse con factores de confusión; tres, su influencia en el efecto (por ejemplo, la enfermedad) se debe exclusivamente a su vinculación con el factor de riesgo.
En esencia, estos estudios pretenden reducir el sesgo atribuible a factores de confusión y a la temible causalidad inversa. La cual se da cuando el supuesto factor causal resulta ser la consecuencia del efecto, o sea, el efecto es, en verdad, la causa. De esta forma, sus resultados se aproximan a los obtenidos con los estudios experimentales, los de mayor rigor científico, que consumen más recursos humanos y financieros.
Efecto preventivo de depresión por la actividad física: evaluación de las relaciones bidireccionales entre la actividad física y la depresión entre adultos por aleatorización mendeliana (2019)
Empecemos con un estudio de aleatorización mendeliana que reveló una verdadera inferencia causal entre el ejercicio físico objetivado con acelerómetro y una reducción del riesgo de depresión mental. (8)
Los autores, pertenecientes al Hospital General de Massachusetts (Boston) y a las universidades de Arizona y de California (San Diego), publicaron su investigación en enero 2019 (Jama Psychiatry).
Se valieron de dos muestras de aleatorización mendeliana, con variantes genéticas asociadas a dos fenotipos de actividad física, la referida por los participantes (377.234 voluntarios) y la controlada con acelerómetro (91. 084 personas). Además de la correspondiente a depresión mayor (muestra de 143.265 sujetos).
Los estudios de GWAS fueron previamente realizados en diversas cohortes observacionales: biobanco británico (UK Biobank) y un Consorcio Genómico Psiquiátrico (Psychiatry Genomics Consortium) entre adultos de la vieja Europa.
Así, tras estudiar los datos de 611. 583 participantes, se observó un verdadero efecto protector o/y preventivo de depresión mental por parte de la actividad física. Pero sólo de la objetivada con acelerómetro y no por la referida por el paciente: un 26% de reducción del riesgo de depresión mental por cada desviación estándar de aceleración media (OR: 0,74; IC 95%: 0,59-0,92, P= 0,006, por aumento 1 SD).
En este trabajo también se comprobó una relación directa entre la actividad física y la depresión mental, mas no al revés, por lo que la causalidad inversa brilló por su ausencia.
“Nuestra investigación destaca la importancia de medir objetivamente la actividad física en los estudios epidemiológicos sobre salud mental y soporta la hipótesis del efecto preventivo de depresión mental exhibido por la actividad física”, concluyen los autores.
Efecto antidepresivo del ejercicio físico incluso en sujetos de alto riesgo genético de depresión
Los autores de este estudio observaron (noviembre 2019, Depression and Anxiety journal) una mayor incidencia de depresión mental entre las personas con mayor riesgo genético de padecerla. En tanto, que una menor incidencia de sufrirla entre los que practicaban actividad física regularmente.
Aunque el hallazgo más relevante de esta investigación fue la comprobación de que la práctica habitual de ejercicio físico también reducía el riesgo de depresión entre las personas con un alto riesgo genético de padecerla. (9)
Para llegar a tan boyantes resultados analizaron los datos genómicos de 7968 individuos de ascendencia europea, durante dos años, mediante técnicas de asociación del genoma (GWAS). También dispusieron de registros de salud electrónicos de la cohorte del UK Biobank.
“Cada 35 minutos adicionales de ejercicio físico al día pueden ayudar a la gente a reducir sensiblemente el riesgo de sufrir depresión, eludiendo el destino de una carga genética desfavorable, dado que estar físicamente activo tiene el potencial de neutralizar el riesgo de sufrir episodios futuros entre personas genéticamente vulnerables”, concluye Karmel Choi, primer firmante de este estudio epidemiológico.
De hecho, estos investigadores hallaron que por cada 4 horas adicionales de ejercicio físico a la semana, se reduce en un 17% el riesgo de sufrir otro episodio depresivo.
Revisión sistemática de metaanálisis de estudios experimentales (2020)
Un año más tarde se publicó una revisión exhaustiva de metaanálisis de estudios experimentales, cuyo objetivo fue valorar un posible efecto antidepresivo del ejercicio físico. (10)
Pues bien, de los 8 metaanálisis seleccionados, que incluyeron 134 estudios ensayos, 6 revelaron un efecto antidepresivo del ejercicio físico (prevención primaria, con tamaños del efecto: -0,10 a -0,81).
Este efecto preventivo de depresión se apreció en niños, adolescentes, adultos y ancianos (tamaños del efecto que variaron de -0,10 a -0,81).
No obstante, la heterogeneidad entre los estudios primarios fue alta, probablemente causada por diferencias en la calidad de los estudios y las características del ejercicio.
Sin embargo, algunos hallazgos sugieren que el ejercicio de baja intensidad fue tan efectivo como el ejercicio de alta intensidad.
“La evidencia de este estudio sugiere que el ejercicio tiene un efecto moderado en la disminución de los síntomas de depresión en la población general en un amplio rango de edad. Como el ejercicio ha demostrado ser beneficioso para muchos aspectos de la salud y es un estilo de vida económico y fácilmente modificable, sin efectos secundarios, la evidencia de esta revisión sistemática podría ayudar a desarrollar estrategias de intervención temprana para la depresión”, concluyeron los autores.
Revisión y metaanálisis de estudios prospectivos (2021)
Otra revisión y metaanálisis de estudios prospectivos (enero 2021) constató una asociación inversa entre el ejercicio físico moderado/vigoroso y el riesgo de depresión y de síntomas depresivos. (11)
Los investigadores (Universidad de Georgia, USA) evaluaron 111 estudios prospectivos, que incluyeron a 3 millones de adultos. Así, apreciaron una reducción del 21% del riesgo de depresión entre los que practicaban ejercicio físico moderado o vigoroso (HR: 0,79, 0,75 a 0,82; I2 = 87,6).
Efecto antidepresivo del ejercicio físico en pacientes con COVID-19
Han sido varios los estudios científicos que han revelado un auténtico efecto antidepresivo del ejercicio físico en pacientes que están sufriendo la COVID-19. Veamos algunos.
Empecemos por un estudio liderado por Antonio Méndez-Giménez (Universidad de Oviedo), pues reveló una reducción del riesgo de depresión con ejercicio físico, durante la pandemia de la COVID-19. (12)
Para ello contaron con 4.811 participantes (61% mujeres) de 16 a 92 años, los cuales respondieron a un cuestionario on line para medir sus niveles de síntomas depresivos, variables antropométricas y ejercicio físico.
¿Qué comprobaron? Pues que caminar 2 horas y 24 minutos/semana, a un ritmo medio (477 METs-min/sem) se asoció con una disminución del 33% en el riesgo de depresión. En tanto que 10 horas de práctica semanal, se asoció con una reducción del 39%.
“Los resultados de nuestro estudio tienen importantes implicaciones para la salud pública. Se debe promover la actividad física, de ciudadanos confinados, cuyo tipo y cantidad se ajustará a sus características, nivel de condición física y enfermedades”, concluyeron los autores.
En abril 2021, una revisión sistemática germana-brasileña también constató que efectuar actividad física, durante la pandemia COVID-19, se asociaba con menos depresión y ansiedad. Aconsejaron aumentar la motivación mediante tecnologías basadas en la web. (13)
El 9 julio 2021, tras estudiar a 696 universitarios (EEUU) durante la COVID-19, también vieron cómo el sedentarismo se asoció significativamente con depresión y ansiedad. Todo lo contrario que el ejercicio físico moderado a vigoroso. (14)
Conclusiones
En esta entrada del blog hemos analizado una gran parte de los estudios científicos que están revelando un verdadero efecto antidepresivo del ejercicio físico. En realidad, tal hecho está siendo constatado tanto por estudios observacionales prospectivos como por experimentales más revisiones y metaanálisis de ambos. Sin soslayar los de aleatorización mendeliana, pues están confirmando una asociación causal entre la práctica regular de ejercicio físico y una reducción del riesgo de depresión mental.
Además, durante las primeras olas de la pandemia de la COVID-19, cuando el aislamiento domicialirio era estricto, también el ejercicio físico exhibió un efecto antidepresivo.
En fin, la práctica regular de ejercicio físico es un estilo muy saludable, pues contribuye decisivamente a incrementar nuestra esperanza de vida en buena salud. Sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y reparadores de anomalías del ADN son, en gran parte, responsables de reducir las tasas de muerte total y específica.
Dr. Félix Martín Santos
Bibliografía:
1. Charlson FJ, Diminic S, Lund C, et al. Mental and substance use disorders in Sub-Saharan Africa: predictions of epidemiological changes and mental health workforce requirements for the next 40 years. PLoS One. 2014; 9:e110208.
2. Vancampfort D, Stubbs B, Mitchell AJ, et al. Risk of metabolic syndrome and its components in people with schizophrenia and related psychotic disorders, bipolar disorder and major depressive disorder: a systematic review and meta-analysis. World Psychiatry. 2015; 14:339–47.
3. Vancampfort D, Correll CU, Galling B, et al. Diabetes mellitus in people with schizophrenia, bipolar disorder and major depressive disorder: a systematic review and large scale meta-analysis. World Psychiatry. 2016; 15:166–74.
4. Correll CU, Solmi M, Veronese N, et al. Prevalence, incidence and mortality from cardiovascular disease in patients with pooled and specific severe mental illness: a large-scale meta-analysis of 3,211,768 patients and 113,383,368 controls. World Psychiatry. 2017; 16:163–80.
5. Murray CJ, Vos T, Lozano R, et al. Disability-adjusted life years (DALYs) for 291 diseases and injuries in 21 regions, 1990–2010: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2010. Lancet. 2012; 380:2197–223.
6. Mammen G, Faulkner G. Physical activity and the prevention of depression: a systematic review of prospective studies. Am. J. Prev. Med. 2013; 45:649–57.
7. Schuch F, Vancampfort D, Firth J, et al. Physical activity and incident depression: A meta-analysis of prospective cohort studies. J. Psychiatry. 2018; 175:631–48.
8. JAMA Psychiatry. 2019 Apr 1;76(4):399-408. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2018.4175. Assessment of Bidirectional Relationships Between Physical Activity and Depression Among Adults: A 2-Sample Mendelian Randomization Study. Choi KW, Chen CY, Stein MB, Klimentidis YC, Wang MJ, Koenen KC, Smoller JW; Major Depressive Disorder Working Group of the Psychiatric Genomics Consortium.
9. Physical activity offsets genetic risk for incident depression assessed via electronic health records in a biobank cohort study. Karmel W. Choi Amanda B. Zheutlin Rebecca A. Karlson … First published: 05 November 2019. Depression and Anxiety journal.
10. Exercise interventions for the prevention of depression: a systematic review of meta-analyses. Mandy X. Hu, David Turner, Ellen Generaal, Daniel Bos, M. Kamran Ikram, M. Arfan Ikram, Pim Cuijpers & Brenda W. J. H. Penninx . BMC Public Health volume 20, Article number: 1255 (2020).
11. Customary physical activity and odds of depression: a systematic review and meta-analysis of 111 prospective cohort studies. Rodney K Dishman, P McDowell, Matthew Payton Herring. British Journal of Sports Medicine. Volume 55, issue 16.
12. Physical Activity and Prevention of Depressive Symptoms in the Spanish. Population During Confi nement due to COVID-19. Antonio Méndez-Giménez, José Antonio Cecchini, Javier Fernández-Río, and Alejandro Carriedo. Universidad de Oviedo. Psicothema.
13. Is Physical Activity Associated with Less Depression and Anxiety During the COVID-19 Pandemic? A Rapid Systematic Review. Sebastian Wolf, Britta Seiffer, Johanna-Marie Zeibig, Jana Welkerling, Luisa Brokmeier, Beatrice Atrott, Thomas Ehring & Felipe Barreto Schuch. Sports Medicine volume 51, pages1771–1783 (2021).
14. Physical Activity Behavior and Mental Health Among University Students During COVID-19 Lockdown. Kathryn at al. Front. Sports Act. Living, 09 July 2021. Sec. Physical Activity in the Prevention and Management of Disease
El ejercicio físico no solo proporciona salud y bienestar, si es en la sierra de las quilamas o parajes similares, también es alimento para el espíritu.
Absolutamente de acuerdo. Cuando se efectúa ejercicio físico por parajes de ensueño, como la sierra de las Quilamas, merecida reserva de la Biosfera (UNESCO 2006), parece haber un sinergismo por potenciación entre los efectos saludables del ejercicio físico y los inherentes al disfrute de paisajes tan singulares, que hacen que nos abstraigamos, relajemos y, al tiempo, estimulemos. De esta suerte, también disiparemos el condenado estrés que tanto nos acongoja y hace sufrir.
Un fuerte abrazo
Que agradable resulta leer este artículo con todas sus conclusiones:
«El ejercicio físico conlleva un efecto antioxidante, antiinflamatorio y reparador de anomalías del ADN».
Cómo, con tan poco, podemos lograr tanto y además, solo dependiendo de nosotros mismos, de nuestra voluntad por vivir más y en mejores condiciones, haciendo más agradable la vida de quien nos rodea.
!GRACIAS y feliz Navidad!
Así es, Pedro, la práctica regular de ejercicio físico contribuye a activar sistemas enzimáticos antioxidantes, antiinflamatorios, desintoxicantes y reparadores de anomalías del ADN, protegiendo, así, el material genético. Además de contribuir a frenar el acortamiento acelerado de los extremos de los cromosomas (telómeros) y, por ende, a que nuestra edad biológica sea menor que la cronológica, como veremos en otro artículo de este blog.
¡Feliz Navidad!
Un fuerte abrazo